Portada de la versión de Ediciones Obelisco (con una amena adaptación de Ana Portolés) Había una vez un campesino sabio y su hijo que tenían un caballo. Un buen día el animal se les escapó y los vecinos del pueblo les fueron a consolar por su mala suerte, pero el campesino les dijo: - El único hecho cierto, hoy aquí, es que se ha escapado un caballo. Si eso es buena o mala suerte, el tiempo dirá. Unos días después el caballo retornó con una yegua, y los vecinos del pueblo felicitaron al campesino y a su hijo por su buena suerte. Como la vez anterior el campesino les dijo: - El único hecho cierto, hoy aquí, es que el caballo ha vuelto con una yegua. Si eso es buena o mala suerte, el tiempo dirá. Al cabo de un tiempo, el hijo del campesino, intentando domar a la yegua salvaje, se cayó y se rompió una pierna. El médico dictaminó que se quedaría cojo para toda la vida. Los vecinos fueron a casa del campesino y de su hijo para consolar a este último, consternado por su mala suerte. Una v
'Nacemos para vivir. Por eso el capital más importante que tenemos es el tiempo. Es tan corto nuestro paso por este planeta que es una pésima idea no gozar cada paso y cada instante, con el favor de una mente que no tiene límites y un corazón que puede amar mucho más de lo que suponemos'.
ResponderEliminarFacundo Cabral, cantautor, escritor y filósofo argentino (1937-2011)
"Nacemos para vivir", lo más sencillo del mundo pero que se intenta tergiversar con el "Nacemos para trabajar" (aunque depende del trabajo que sea si este tiene un buen o mal enfoque)
ResponderEliminarNacemos para aprender. Para aprender lo suficiente y no tener que volver.
ResponderEliminar