Batman. El Caballero Oscuro Renace (2012)

Hace pocos días que fuí al cine para ver la conclusión de esta saga de Christopher Nolan, que ha aportado un sentido trascendente al personaje de Batman y al cine de superhéroes. Después de haber visto la tercera, no estará mal deciros que las tres películas deben verse como un conjunto, ya que me encuentro ante el viaje iniciático de un personaje, Bruce Wayne, en un camino vital y espiritual para buscarse y encontrarse a sí mismo. En la primera película Batman Begins vemos la figura del maestro exterior que nos inicia en el camino, en la segunda que se tituló El Caballero Oscuro nos encontramos ante el dilema de una situación limite verdadera y los primeros sacrificios reales para demostrar la fortaleza del camino elegido, mientras que la tercera es la cima para apuntalar o reafirmar esta búsqueda. Miedo, traumas, dolor, los arquetipos junguianos de Sombra (el interior reprimido) y Persona (el disfraz que adoptamos ante nosotros mismos y los demás), el pasar página, la mentira piadosa, la pérdida del alma y con ello el espíritu de vivir, la esperanza, la superación personal, el darse o no darse una oportunidad en la vida... Todo esto y más está en estas tres películas de Batman de Nolan.

El Caballero Oscuro: La Leyenda Renace es, cinematográficamente hablando, inferior a su predecesora pero sigue siendo una buena película que mira más allá de las palomitas y de ese entretenimiento que no deja nada a los cinco minutos de salir del cine (los tiempos, para mí, ya no están como para ir al cine sin seleccionar las películas y si voy, quiero ver algo que me llene aparte de entretenerme y que no olvide al salir). 

Aspectos positivos: La atención que se pone en los flaquezas psicológicas de Bruce Wayne, la tensión emocional entre Bruce y su mayordomo Alfred (los mejores diálogos de Christian Bale y Michael Caine en la trilogía), el personaje de Catwoman que supone un estimulo para que Wayne despierte y piense en algo más que en su fallecida Rachel, el villano Bane de Tom Hardy que consigue ser lo suficientemente convincente para suceder al Joker de Heath Ledger y la interpretación alegórica que hace Nolan del Pozo de Lázaro de los cómics... Y como siempre, el tono del conjunto que le va muy bien al personaje de Batman y a la ciudad de Gotham.

Lo negativo: El guión adolece de algunos saltos lógicos extraños en Nolan (¿escenas eliminadas entre medías?). Ello queda amortiguado por el conjunto de la película pero impide que la película sea tan redonda como El Caballero Oscuro (y el tiempo está jugando a favor de esta segunda película). La condición de tercera película de El Caballero Oscuro Renace también se traduce en menor capacidad de sorpresa cuando has visto las dos primeras, y quieras que no has tratado anteriormente a los villanos de Batman más poderosos psicologicamente: Ra's Al Ghul, Joker y Dos Caras (sin contar la notable reinterpretación del Espantapájaros por parte de Nolan).

Las curiosidades: Es la más superheróica de las tres películas; eso sí, lo más superheróico que puede ser Nolan en el contexto realista de esta trilogía. La banda sonora de Hans Zimmer es mucho más activa que en las dos películas precedentes. El cameo de Cillian Murphy como el doctor Crane a.k.a. Espantapájaros (que ha repetido en las tres películas) es gracioso. 

Curiosidad erudita: Bastante al principio de la película suena una composición clásica del melancólico Ravel titulada Pavane pour une Infante Defunte (Pavana por una Princesa Muerta). Aquí os dejo una versión orquestal dirigida por S. Ozawa: