Un mundo para todos. Pinceladas de Kung-fu, Pitágoras y I Ching
Ánimo a quién piense en la unidad de todas las cosas. Por un mundo donde todos los seres sintientes sean uno, donde la crispación y el desconocimiento del "otro" no tengan cabida. Días como el 11 de septiembre o el 12 de Octubre tendrían que ser otra cosa, pero es muy dificil que los que desean crisparse o buscar enemigos dejen de hacerlo.
"Ayuda a tus semejantes a levantar su carga, pero no te consideres obligado a llevársela" Pitágoras (filósofo, matemático, astrónomo y teórico musical griego: 580 a.C. - 495 a.C.)
"No es nuestra responsabilidad controlar o dirigir a los demás. Deja que sigan su propio camino y sigue tú el tuyo. Si los caminos se encuentran, fantástico. Si no se encuentran, fantástico también" I Ching (libro chino de filosofía y adivinación escrito entre el 1200 a.C. y el 500 a.C.)
'Pero es muy dificil que los que desean crisparse o buscar enemigos dejen de hacerlo.'
ResponderEliminarActúan como borregos creyendo pensar por si mismos y no saben hasta qué punto han sido adoctrinados...
Es como querer hablar con el forofo de un club de futbol, hay algo irracional que vela todo intento de ecuanimidad.
EliminarDesconfío de toda ideología que promueva el enfrentamiento y el odio.
EliminarLa frase del I Ching me proporciona un gran alivio pues no pocas veces me siento culpable por no haber hecho lo suficiente por algunas personas que deben seguir su propio sendero...
ResponderEliminarEs una de las lecciones que da la vida. Ánimo, Ibur, todo ocurre por algo!
EliminarMientras escribo, escucho 'Historia de un soldado' de la BSO de 'El bueno, el feo y el malo'. Triste, muy triste... pero también maravillosamente bella.
ResponderEliminarE ideal para relajar el ánimo y no caer en la trampa del odio, fomentado por los miserables de siempre.
EliminarLo triste y lo bello van de la mano bastante veces en el Arte.
EliminarY se puede llorar de alegría y admiración. 'No todas las lágrimas son amargas', que dijo Gandalf.
EliminarPara mí, la lágrimas son el sudor del espíritu. Necesarias para limpiar el corazón y el alma.
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