Un álbum de Sting que siempre vuelve por invierno

If On A Winter's Night... (2009) es el título del segundo álbum de Sting para Deutsche Grammophon, el mítico sello discográfico de Música Clásica Europea. Este disco que nos ocupa es algo menos  inaccesible, si venimos de su faceta pop-rock, que su anterior trabajo sobre el trovador isabelino John Dowland. Mientras que con su trabajo sobre Dowland experimentamos la sorpresa inicial (al verle muy lejos de lo que estamos acostumbrados) aquí lo oímos con una selección de temas invernales y navideños compuestos en varias centurias. Todo ello desde una atmósfera sombría y melancólica con ecos de la cultura popular y el folklore celta, que tiene un algo que siempre provoca que sea muchísimo más apropiado escucharlo las últimas semanas del año. Musicalmente la primera mitad de temas están bien escogidos (Soul Cake o Christmas At Sea, la adaptación del poema de Robert L. Stevenson), quizá sean un poco más irregular la segunda mitad y las bonus tracks de las versiones Deluxe. En The Burning Babe se da la curiosidad de la colaboración de los jazzmen Kenny Garrett (el último saxofonista de Miles Davis) y Jack DeJohnette (batería, otro ex-Davis)

 

Para que este álbum pueda entrar se tiene que ser fan del rockero británico y estar MUY familiarizado con la Música Clásica, por mucho que ya se notaran influencias en algunos trabajos anteriores de Sting como The Dream Of The Blue Turtles (Russians), Ten Summoner's Tales (los bellos acordes bachianos de guitarra en Shape Of My Heart) y Mercury Falling (la intro de I Was Brought to My Senses). Este consejo también vale para el álbum sobre John Dowland. A Sting hay que agradecerle como músico que siempre que le apetece sale de su zona de confort, nos guste o no el resultado. Este y el álbum de Dowland (el cual funciona mejor si se quitan las lecturas de cartas del trovador isabelino) fueron proyectos que se tomó con seriedad. Mucho más respetable que los "cuñados" del rock que le critiquen por ello y que en cambio pongan en un altar a grupos como AC/DC y otros que han hecho -y hacen- la misma música durante 40 años o que digan que no hay buena música rock a partir del año 2000.