Miles Davis: "Merci Miles! Live at Vienne" (1991)
Posiblemente sea Miles Davis el músico (o uno de los músicos) del que más se han editado discos de forma póstuma. El último oficial hasta el momento de escribir este texto es "Merci Miles! Live at Vienne" (sello Rhino, Warner Bros.), procedente de un concierto que ofreció en la localidad francesa de este nombre dos meses antes de su deceso el 28 de septiembre de 1991.
Mi opinión es encontrada al respecto. Siempre son interesantes las grabaciones en vivo de esta etapa crepuscular de Miles, con monstruos como el saxofonista Kenny Garrett y el batería Ricky Wellman en su banda, pero creo que si ya tienes otras grabaciones oficiales (o no oficiales) poco aporta excepto publicar por primera vez de forma oficial dos composiciones de Prince, "Jailbait" y "Penetration". Para más inri, mientras que "Jailbait" es un encomiable blues-reggae, la grabación de "Penetration" adolece al principio de bastante mal sonido y de parecer estar todavía en periodo de pruebas, no como la versión casi definitiva disponible en "The Lost Concert" (Sleepy Night Records, 1991) que rescata también 30 años después aquel concierto parisino de La Vilette donde Miles invitó a muchos amigos y colegas músicos de su larga carrera como una especie de despedida.
A pesar de todo, lo que este álbum póstumo sigue capturando de Miles es su uso magistral de la atmósfera sonora y ese aura misteriosa de existencia muy vivida, que sigue capturando a tirios y troyanos 30 años después de su fallecimiento.
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