El programa de misterio Milenio 3 trató anteayer de las diferencias entre las afinaciones musicales de 432 Hz y 440 Hz (el actual estándar conocido como tono anglosajón o de Reino Unido y Estados Unidos). Se utilizó el estándar Imagine de John Lennon para contrastar estas diferencias: En la audición a 432 Hz si que he notado que es un sonido como más envolvente y cálido. No obstante, no caigamos en un esoterismo gratuito ya que también se nota una diferencia parecida entre el sonido analógico de un vinilo y el digital de un CD de audio (el álbum Thriller de Michael Jackson , supuestamente hechos ambos a 440 Hz en 1982). No estará de más decir que, proclives a no profundizar mucho en los temas que tratan, el programa de Milenio no comenta que existen (o han existido) muchas más afinaciones musicales como la 430,54 (la filosófica o científica), 435 (el tono francés o internacional), 480 (la afinación a lo Bach), etc... De cualquier manera, me ha suscitado la curiosida
Todavía no he acabado de leerlo, pero he de decir que el tormentoso periplo de Erico y Paula me recuerda (por su sensación de peligro ominoso y las escasas posibilidades de llegar a buen puerto) al peligroso y aterrador viaje de Frodo y Sam a las tierras de Mordor.
ResponderEliminarUn peregrinaje, en ambos casos, de clara índole iniciática y existencial.
Buena comparación, no había pensado en ella y mira que disfruté como un enano, nunca mejor dicho, con "El Señor de los Anillos" de J.R.R. Tolkien.
ResponderEliminarAcabo de ver 'The Road', película inspirada en la novela de Cormac McCarthy. Los paralelismos aquí son todavía más evidentes: un padre y su hijo inician un incierto viaje a través de un paisaje infernal, infestado de caníbales tan alejados de cualquier atisbo de humanidad como lo pueda estar un zombi. Es un recorrido iniciático, una historia de amor filial entre dos almas delicadas y sensibles, despojada de cualquier tipo de manierismo sensiblero, en la que el desolador y apocalíptico contexto llega a cobrar tanta relevancia como los dos protagonistas.
ResponderEliminarUn relato conmovedor y contundente hasta el paroxismo.
Pero no apto para cualquier estómago.
Propuesta interesante, intentaré visionarla.
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