Acuarela fue el título del álbum que publicó el guitarrista y cantante brasileño Toquinho (Antonio Pecci) en 1983 en versiones para los mercados brasileño, español e italiano. El otrora compañero del poeta y letrista Vinicius de Moraes (1913-1980) no tuvo suerte en su propia tierra, pero cosechó un gran éxito en España e Italia. Estas dos versiones incluían tres temas cantados en portugués, cinco en el idioma del país y dos instrumentales. A pesar del éxito, la versión española no ha sido reeditada en CD (conformándome con un vinilo de segunda mano para no forzar una cinta de cassette que ya tengo bastante cascada). A la espera de que se siga el ejemplo italiano (que reeditaron su versión en formato CD sin ningún problema), aquí estan las cinco canciones de Acuarela en español (cuatro de los vídeos son de servidor a partir del cassette original que tenía cuando las pasé): Querido Amigo (una hermosa loa a la amistad verdadera): La ...
El pensamiento crea la realidad. Por lo tanto, hay que tener mucho cuidado con lo que se piensa y se desea. Como es arriba es abajo; como es adentro, es afuera. El mundo es un espejo que refleja nuestro estado interno
ResponderEliminarQue se lo digan a Anakin en las precuelas, que creció con el miedo a perder a su madre y luego con su esposa (la madre de Luke y Leia).
ResponderEliminarLucas es un notable creador de mundos, pero como director resulta pelín incompetente. Las precuelas debería haberlas realizado un cineasta de mucho más fuste.
ResponderEliminarQue se lo digan a Spielberg al que desgració su última entrega de 'Indy'. Metió mano en la historia original (mucho más interesante y guionizada por Frank Darabont), y se la cargó.
ResponderEliminarPero suyos son los derechos del personaje y su legendaria cabezonería...
Eso sin contar la patochada de quitarle la parte mística a la Fuerza con el invento de los midiclorianos.
ResponderEliminar¿Es casualidad que la mejor película de las seis de Star Wars sea "El Imperio Contraataca"? (una de las dos no dirigidas por el propio Lucas).
ResponderEliminarEl dolor de la pérdida puede provocar que algunos opten por recorrer el sendero de la perdición. Pero (en mi opinión), ya tienen que albergar en su interior la semilla de la oscuridad. Existen muchas y buenas personas que soportan a diario los embates de esta perra vida y, sin embargo, se enfrentan a ella con una dulce sonrisa y una fortaleza a prueba de bombas. U otras que llevan consigo una pesada carga derivada de un pasado tormentoso y utilizan ese mismo dolor para transmutarlo en redención.
ResponderEliminarObi-Wan supo detectar en Annakin (algo que no pudo ver su mentor) esa oscuridad latente y, por ello, siempre se mantuvo en guardia (aunque lo tratara con afecto y comprensión). Las relaciones que se establecen entre ese triunvirato (Qui-Gon Jinn, Obi-Wan y Annakin) son muy interesantes desde un punto de vista humano y filosófico.
Especialmente conmovedora resulta la relación del pequeño Annakin con su madre. A pesar de su corta edad, ya se muestra valeroso y protector. Un pequeño guerrero en ciernes. Pero le falta la chispa de la sabiduría y esa rabia que ya anida en su interior es una semilla (como he dicho), letal. Una mayor capacidad de perdón y un cierto grado de reflexión y sabiduría le habrían evitado, quizás, una vida marcada por el odio y el dolor. Pues tuvo que saborear la redención demasiado tarde.
ResponderEliminarUn pasado funesto no implica no poder elegir. El pobre -y manipulado por Palpatine- Anakin Skywalker elige en el episodio III (La Venganza de los Sith) y en el VI (El Retorno del Jedi).
ResponderEliminarYo creo que el hecho de crecer sin padre hizo que Anakin deposite todo sus apegos en su madre (y luego en Amidala). Respecto a Qui-Gon Jinn, ve en Anakin un gran potencial para el bien del universo de Lucas (de ahí que Obi-Wan acepte la petición de Qui-Gon de que enseñe a Anakin).
ResponderEliminarAcepta, pero a regañadientes. Aunque cumple su labor con esmero y dedicación. Obi-Wan es un maestro severo pero reflexivo y afectuoso. Un alma vieja en el cuerpo de un joven guerrero. Ama con sinceridad a su impetuoso discípulo (impetuosidad que le llevara al desastre), aunque no creo que pueda evitar sentir cierto temor por el destino que le aguarda (y que Obi-Wan intuye desde el principio).
ResponderEliminarDe todos modos, es imposible no sentir empatía por el sufrimiento del joven Annakin; el peso que acarrea por la pérdida de dos mujeres tan luminosas es de proporciones ciclópeas. La verdad es que me conmovió profundamente la muerte de Amidala, tal es la magia del cine...
ResponderEliminarDe forma paradójica, Anakin se lleva a la tumba el recuerdo de Amidala diciéndole "Me rompes el corazón" cuando se encuentran ellos dos y Obi-Wan en el planeta volcánico Mustafar. Al resistirse a sus premoniciones termina perdiendo lo que quería conservar :-)
ResponderEliminarQué inmenso dolor le supondría perder a semejante ángel... Soy consciente de que es una figura de ficción, pero lo cierto es que, por extraño que parezca, he conocido personas así. Escasean, cierto. Pero cuando te encuentras con una, puede suponer un verdadero punto de inflexión en el camino. Se puede aprender mucho de semejantes seres que, sin articular demasiadas palabras y sin acumular grandes conocimientos, irradian una suave, cálida y amorosa luz.
ResponderEliminarHay que saber detectarlos y también saber verlos como puntos de inflexión en el camino de uno, dirigiéndote a nuevos senderos. Luego, cada cual es libre de elegir el camino de Anakin o el de su hijo Luke (para este último el personaje de Obi-Wan fue algo especial en su vida).
ResponderEliminarCada uno es libre ateniéndose a las consecuencias como le pasa a Anakin, claro! :-)
ResponderEliminarUna cosa en la que acabo de caer es en la resistencia al cambio que despliega Anakin en su conversación con Yoda. No es únicamente miedo. No sigue el wu-wei taoísta o zen (fluir y seguir la línea de menor resistencia o conflictividad). Es dificil si sus preocupaciones son hacia sus seres queridos, pero la resistencia se le dificulta todavía más.
ResponderEliminarLa resistencia es la base del sufrimiento. No existe tarea más ardua (y meritoria) que integrar en el quehacer cotidiano la aceptación de las cosas tal y como son.
ResponderEliminarEs de lo que hablan la sabiduría de los cinco continentes. Trabajo, trabajo, trabajo (interno)
ResponderEliminarConsuela pensar que, en esencia, la historia que desarrolla 'Star Wars' es (aunque esté abierta a múltiples interpretaciones) una historia de redención. La del triunfo del amor sobre años (malgastados) de malicia y odio. Una metáfora (aparte de un entretenimiento fenomenal) sobre la lucha que la luz y la oscuridad libran en nuestras almas.
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