Dashiell Hammett, padre de la Novela Negra



En la historia de los géneros literarios surgen autores que se caracterizan por renovar el panorama existente hasta ese momento. En el campo de la literatura policíaca, este lugar le corresponde al escritor norteamericano Dashiell Hammett. Él fue precursor de una nueva manera de relatar la ficción detectivesca que se alejaba de los modelos impuestos por el detective Dupin de Edgar Allan Poe y por el excéntrico Sherlock Holmes de Arthur Conan Doyle. Las aportaciones de Hammett ‑y las de otros contemporáneos suyos como Raymond Chandler‑ darían forma al género de ficción que acabo recibiendo el nombre de Novela Negra.


1. DASHIELL HAMMETT: EL AUTOR

Samuel Dashiell Hammett nació en el condado de St. Mary (Maryland, EEUU), un día de mayo de 1894. Su niñez transcurrió entre las ciudades de Filadelfia y Baltimore. A los catorce años abandonó voluntariamente sus estudios para introducirse en el mercado laboral, y así ayudar a la precaria economía familiar. Desempeñó una serie de ocupaciones poco satisfactorias hasta que, a los 20 años, se enroló en la sucursal que poseía la prestigiosa Agencia de Detectives Pinkerton en Baltimore. Este nuevo trabajo pareció gustarle de verdad.

No obstante, abandono su puesto para servir en el ejercito norteamericano durante la I Guerra Mundial. Tras la contienda llegarían su matrimonio con una enfermera y un primer retorno abortado a su antigua empresa. Hammett se trasladó en 1921 a la ciudad de San Francisco, donde ya prestaría sin problemas sus servicios en la sucursal que la Agencía Pinkerton tenía en esta ciudad.

La estancia de ocho años en San Francisco marcaría decisivamente a Hammett para el resto de su vida, ya que comenzó a tener inquietudes literarias y le permitió acumular un sinfín de experiencias ‑personales y laborales‑ que después plasmaría en prosa. Después de abandonar definitivamente la Agencia Pinkerton, llevó una vida bastante bohemia e intentó darse a conocer como poeta.

Con el tiempo abandonó sus pretensiones poéticas y decidió probar fortuna escribiendo relatos de ficción detectivesca, aprovechando su previa y dilatada experiencia como detective. Su valiente apuesta ya daría sus frutos en 1923, año en el que fueron publicados sus primeros cuentos en las revistas Smart Set y Black Smart. Su éxito entre los lectores de esta última publicación haría que sus cuentos posteriores fueran publicados regularmente. Bastantes de ellos estaban relatados en primera persona por un protagonista anónimo. Fue conocido como el Agente de la Continental, y protagonizó cerca de 27 relatos cortos.

A partir de 1927 dio el salto del cuento a la novela con la publicación por entregas, dentro de las páginas de «Black Smart», de las historias Dinero Sangriento ($106.000 Blood Money, 1927), Cosecha Roja (Red Harvest, 1929) y La Maldición de los Dain (The Dain Curse, 1929), todas ellas de nuevo protagonizadas por el Agente de la Continental. No tardarían en ser publicadas obra canónicas del género negro como El Halcón Maltés (The Maltese Falcon, 1930), La Llave de Cristal (The Glass Key, 1931) y El Hombre Delgado (The Thin Man, 1934). Durante toda esta época compaginó su ingente producción literaria con la elaboración de una pieza teatral, y con incursiones en el mundo del cine a través de Hollywood. Precisamente allí conocería a Lillian Hellman, que se convertiría en la nueva pareja sentimental de Hammett. Tras la publicación de El Hombre Delgado, la inspiración literaria de Hammett pareció estancarse para siempre.

Pero Hammett era hombre de carácter demasiado inquieto para permanecer inactivo. Con una opinión política que le acercaba a las ideales de izquierdas, Hammett se hizo miembro del Partido Comunista Americano en 1937. Cuando estalló la Segunda Mundial se enroló de nuevo en el ejercito norteamericano. Allí se convirtió en un verdadero ídolo para los soldados que tuvo como compañeros en las islas Aleutianas. Tras la caída del Japón expansionista y de la Alemania nazi, Estados Unidos y la U.R.S.S. comenzaron una rivalidad política que no degeneraría en otra contienda militar pero dio origen a la “guerra fría”. Esto provocó una gran hostilidad hacia el comunismo en los Estados Unidos. Esta psicosis se plasmó en la Caza de Brujas del senador Joseph McCarthy, donde todo presunto ciudadano americano de ideales izquierdistas era considerado un posible colaborador de los rusos.

El pasado comunista de Hammett le pasó factura, ya que fue uno de los que estuvieron bajo el punto de mira de McCarthy junto a otros nombres famosos como el dramaturgo Bertold Brecht, el músico de jazz Artie Shaw o el cineasta Charlie Chaplin. Su valiente actitud durante el proceso siguiente le acarreó una acusación de desacato por parte del Comité de Actividades Anti‑Norteamericanas. En 1951 se le condenó a seis meses de cárcel, además de serles sustraídos sus derechos de autor y convertirse en un paria en la industria de Hollywood.

A partir de aquel momento, Dashiell Hammett una vida llena de penalidades. Enfermedades y penurias económicas se ensañarían con él. A partir de 1956, no pudo valerse por si mismo y necesitó los cuidados de Lillian Hellman. En 1960 le fue diagnosticado un cáncer de pulmón, que terminaría siendo la causa de su muerte el 10 de enero de 1961. Fue enterrado a petición propia en el Cementerio Nacional de Arlington.

Con el paso de los años, Lillian Hellman consiguió recuperar los derechos de autor de las obras de Hammett y escribió una biografía sobre su vida, aprovechando las experiencias de los años que pasaron juntos.


2. DASHIELL HAMMETT: SU OBRA

La obra de Hammett tuvo como modelo el tiempo que le toco vivir al escritor: la sociedad norteamericana de los años 20 y 30 que sufriría en sus carnes las terribles repercusiones del crack bursátil de 1929 y la implantación de la Ley Seca. Durante esos años, gángsters como Al Capone controlaban los negocios fraudulentos en las grandes ciudades. Organizados en bandas criminales, lucharon entre ellos por el control y se sirvieron de políticos y policías corruptos.

Esto repercutiría en la literatura popular de la época, lo que facilitó la aparición de personajes más “duros” y de moral ambigua. En el campo de lo policiaco, la ruptura con los investigadores inspirados por Dupin o Sherlock Holmes fue irreversible. Los protagonistas de las obras ya podían ser –indistintamente‑ detectives, delincuentes o perdedores de la sociedad. Eran los tiempos del “Hard‑Boiled”. Hammett fue el hombre encargado de aglutinar la mayoría de los factores que darían como resultado el genero que recibió el nombre de Novela Negra. Las pruebas más claras de ello son un realismo desalentador, la crítica social, el sadismo, la violencia y las ambientaciones oscuras.

Gran parte del merito de Hammett radica en la fuerza de sus personajes protagonistas ‑y secundarios de lujo‑ como el Agente de la Continental, el irónico Sam Spade, el guardaespaldas Ned Beaumont, el detective retirado Nick Charles, el ex-presidiario Brazil, el aventurero Steve Threefall, etc... Los héroes de Hammett no son menos traicioneros que los malvados de turno. Rezuman autenticidad.  No estaría de más señalar que algunos de sus personajes femeninos ‑como Dinah Brand, Jeanne Delano o Brigid O' Shaughnessy‑ llegan a ser más tortuosos que los carácteres masculinos. Personajes todos ellos que se caracterizan por su falta de escrúpulos. Aunque hay excepciones como la relación paternal que el Agente de la Continental acaba teniendo con la chica casi adolescente de La Maldicion de los Dain o la profunda amistad de Ned Beaumont con el gangster Paul Madwig en La Llave de Cristal.


3. LA INFLUENCIA DE HAMMETT

La aportación de Dashiell Hammett, Raymond Chandler y la Novela Negra de los años 30 ha tenido gran influencia en la literatura norteamericana y mundial posteriores. El cine también fue una gran salida para este tipo de ficción. De hecho, la adaptación de El Halcón Maltés de Hammett es todo un clásico que ha dejado la imagen indisoluble de Humphrey Bogart como el personaje Sam Spade. Incluso el mundo del cómic se dejó influenciar a través de personajes como el detective Dick Tracy y el superhéroe Batman, llegando el propio Hammett a poner su talento al servicio del Noveno Arte cuando hizo los guiones del cómic Agent X‑9, del dibujante Alex Raymond. La música dejó el tema y álbum The Friends of Mr. Cairo del dúo Jon & Vangelis (formado por Jon Anderson -vocalista del grupo de rock progresivo Yes- y el famoso compositor griego de música electrónica Vangelis).

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Acuarela. Nadie camina por la vida sin haber...

Imagine de John Lennon (y Peer Gynt) a 432 y 440 Hz

Canciones de "Acuarela" de Toquinho en castellano